Islas de Ons, cordon de las Islas Atlanticas.

Cogimos el barco en Bueu,Pontevedra,aunque también lo podíamos haber cogido en Sanxenxo,lo decidimos así porque estábamos mas cerca de una costa que de la otra,la sensación de libertad que me produjo el mar, jamas la había vivido, el inmenso Atlántico, tantas veces navegado, tantas veces ensalzado, y con tantas almas a su cargo,se abría ante mi como si de un gran salto quisiera abrazarme.Ese paseo en barco creo en mi una gran capacidad de sensaciones nuevas,y me hacia sentir a la vez una gran surcadora de mares.Y allí... a lo lejos, estaba ella, ese trozo de tierra perdido en la nada, y que titilaba con la bruma marina. Cada vez mas cerca, mis sensaciones iban creciendo, euforia, alegría, impaciencia, todo eso regado con la incertidumbre hacia lo desconocido.El capitán del barco, se dirigió a nosotros, avisándonos de la cercanía de la isla, y a donde nos teníamos que dirigir una vez desembarcados.

Verdes intensos, y rocas de tamaño gigante se divisaban cada vez mas cerca...

¡¡Por fin, llegamos a la Isla!!.

Cuando desembarcamos, y pise esa tierra, las sensaciones vividas en el mar, se transformaron en unas ganas infinitas de recorrer ver y conocer cada rincón.¡Que bonita!,¡Cuanto color!

Después de recibir las explicaciones oportunas de que se puede hacer y no hacer en la isla,tengamos en cuenta, que es un parque natural y como tal debemos tratarlo, comencé a caminar, y a observar todo lo que me mostraba el lugar, y se abrió ante mi, algo único capaz de resarcir las rutinas de mi vida, los malos pasajes de ella y el malestar de otros momentos.

Fauna y flora Atlántica, todo regado por un mar maravilloso y una vegetacion única.arrecifes, lagunas,bosques de algas,y dunas naturales,vida acuática, además de un sinfín de colores del terreno que se proponen maravillosos. Después de pisar y conocer palmo a palmo la isla,Ya de vuelta, otra vez y de vuelta al lugar de partida, me senté en la cómoda silla del barco,y comence a reorganizar mis imagenes ,mis vivencias y lo apasionante de haber conocido un lugar donde el mar, la tierra y el aire, dieron una visión distinta a mi vida.Pensé en volver al año siguiente y todos los años posteriores, y volver a recorrer sus sendas para revivir las mismas o porque no nuevas sensaciones que se viven en la Isla de Ons,Pontevedra.

Y ahora, te invito a que tu también te subas en ese barco, camines por los senderos de la isla,y disfrutes de todo lo que te ofrece una parte importante del Cordón de las Islas Atlánticas.

Y si ya lo viviste dejame tus imagenes, me encanta recibirlas y compartirlas.