miércoles, 17 de agosto de 2011

Sangre y Arena... Una tradición que debe evolucionar.


 El hombre en su afán de superar retos y desafíos puso su vida en peligro desde tiempos muy antiguos, cuando debía enfrentar a bestias salvajes descomunales para poder alimentarse, digamos una cuestión de supervivencia.
 Según pasaron los tiempos, el hombre puso su instinto de supervivencia a favor de las guerras, con el fin de expandir dominios de reinos que se extendían por el entonces mundo conocido abarcando grandes extensiones,  el enfrentamiento contra las bestias de turno algo mas normales pero igual de feroces y astutas se redujo al espectáculo circense.
 Nace así la Tauromaquia,o lidia de toros, su evolución desde la edad de bronce llega hasta nuestros dias y representa todo un arte que abarca desde la cría del toro en si, pasando por la elaboración de los trajes, la elaboración delos carteles publicitarios, la división del espectáculo mismo que culmina con el sacrificio del astado.
 Muchas culturas poseen la lidia como espectáculo turístico en la actualidad pero ninguna tan arraigada y reconocida como la española, es aquí donde pueden verse a los hombres y mujeres que conforman una élite social reconocida, enfrentarse con suerte dispar a toros especialmente criados con este fin.
 En este caso nuestro cuerpo de élite compite contra una bestia que durante el desarrollo de la lidia es vapuleada y diezmada,cuando no criticada por su poca entrega al espectáculo, siendo responsable directa de que el torero de turno no pueda lucir su valía a placer.
  Como es de suponerse los escenarios recuerdan a aquellos circos romanos, atiborrados de simpatizantes que tienen el privilegio de vitorear y hasta influenciar la decisión del presidente de la Plaza de Toros  de turno,e incluso tiene también la potestad de poder conceder el indulto para aquel astado de actuación destacada. Su premio es el de morir de viejo retozando por las praderas de alguna ganadería española de renombre.
 Objetivo turístico de primer orden, seguido de los también famosos encierros, conjugan un cumulo de intereses creados alrededor de la fiesta nacional, son origen de controversia frente a grupos defensores de los derechos del animal.  Sin animo de polemizar en este asunto nos centraremos en reconocer su valor cultural y turístico que caracterizan una cultura con raíces muy afianzada en los valores tradicionales de la lidia, el de brindar un espectáculo con honor y respeto mutuo entre dos contrincantes que se miden con el objetivo de ver el amanecer de un nuevo día.
 Dejaremos de lado otras tradiciones que se dan en poblados que pretendiendo atraer al turismo, dejando en libertad a unos a a otros para que ambos tienten a la muerte sin ninguna necesidad.
 Deseamos que disfrutes de la corrida, puedes reservar tu sitio con nosotros en Oportunidades Turísticas.
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 O simplemente déjanos tu opinión sobre la Tauromaquia. Un saludo!

 

1 comentario:

Tesi Scrap dijo...

Buenisimo post, cariño el de hoy, y desde luego bien cierto, es un enfrentamiento entre dos contrincantes por sobrevivir al dia siguiente.Un beso, te quiero.