jueves, 16 de junio de 2011

Carretera adelante va... un mochilerooo!!!


 Podemos decir que esta actividad es la madre de todas las actividades turísticas al aire libre; es que a diferencia del turismo aventura, turismo rural,  eco turismo etc;  nunca hubo una que relacionase tan de cerca al  hombre, su instinto de supervivencia y el medio natural.
 En sus inicios esta actividad la realizaban aquellos insatisfechos de las condiciones de vida que les rodeaban, el estudiar , el trabajar de tiempo completo, la esclavitud de jefes y horarios, la necesidad de hacer nuevas relaciones, el espíritu nómada, ponían en ruta a quienes sentían la sed de expandir sus fronteras.
 Dejando lazos familiares, y lanzados a la búsqueda de su propio sentido de vida, los primeros mochileros no poseían ninguna de las comodidades de hoy en día, ni teléfonos móviles con GPS, transportes e infraestructura hotelera ademas de rutas convenientemente asfaltadas, cajeros automáticos a pedir de boca, donde poder exprimir lo fondos destinados ahorrados. Muchas ayudas que hoy en día se pueden encontrar de tanto en tanto; solo contaban con que en su caminata diaria pudiesen intercambiar su mano de obra por alojamiento, comida y bebida; a veces dinero, recursos sabiamente administrados por cierto.
 Las experiencias vividas por los Mochileros, no pueden imaginarse, ni expresarse en toda su magnitud en palabras o citas escritas, el cumulo de sensaciones vividas es individual para cualquier persona que acepte el desafio extremo de recorrer una parte de el mundo desplazándose por su propio pie.
  Un ejemplo lo podemos encontrar en las rutas jacobeas , que recorren los peregrinos a Santiago de Compostela, en Galicia España. Las diferentes rutas que componen la peregrinación ofrecen diferentes grados de dificultad aun con las comodidades actuales.
 La posibilidad de encontrarse a uno mismo en comunión con la naturaleza esta en el espíritu del Mochilero, explotar al máximo su ingenio e imaginación para aprovechar y administrar los recursos de que se dispone, ademas de saber sobreponerse a las adversidades que el camino le propone, el aceptar una mano amiga, el estar dispuesto a ayudar, dar sin esperar a recibir mas que un sincero "Gracias y una mano tendida".
 Amaneceres y atardeceres, soles y lunas, frió y lluvia, calma y viento, hambre y sed, son algunas de las vivencias que aguardan al caminante que con su mochila  y su esperanza a cuestas comienza nuevamente su camino con el alba de un nuevo día.
  Haznos saber tus historias de Mochilero...!! Un saludo.

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