viernes, 24 de febrero de 2012

Ruta de los faros... Alli donde eran mas necesarios!

La Costa de Estoril fue una de las primeras regiones en implementar la profesión de farero. Los aventureros que marchaban en busca de nuevas oportunidades en el ‘nuevo continente’ y el aumento de las transacciones comerciales por vía marítima, permitieron que se iniciara esta actividad en el siglo XVIII. Actualmente, la Costa de Estoril mantiene su esencia marinera con estos emplazamientos que son auténticas piezas de museo.

El Farol da Guía es uno de los primeros faros que iluminó los mares europeos en el siglo XVIII. Destaca su torre octogonal de 28 metros de altura de ladrillo blanco. Por su posición privilegiada, ubicado en la localidad de Cascais, se convirtió en puerto de entrada de embarcaciones. Todavía hoy mantiene ese legado como un destino único para la navegación, ya que Cascais es sede de importantes competiciones internacionales de regatas. Una pieza museística que resistió al devastador terremoto de 1755.

Cerca del Farol da Guía se encuentra otro de los edificios más importantes de la zona: el Faro de Santa 
Marta. Actualmente alberga una exposición al aire libre. Se encuentra en un espolón rocoso y se irguió en un pequeño fuerte que sirvió de defensa marítima durante el siglo XIX. Tras la pérdida de su valor militar, se reconvirtió en faro en 1868. Consta de una torre cuadrada de ladrillo, cubierta de tejas blancas con franjas horizontales, de 20 metros de altura. En 1908 fue remodelado y se elevó en 8 metros.
Todavía hoy está en funcionamiento de forma automatizada desde 1981 y además es un museo. Reúne piezas simbólicas que ilustran su actividad como faro, destacando un conjunto de aparatos ópticos de los siglos XIX y XX. Además, exhibe documentales sobre la historia de los faros en Portugal.

Finalmente, el Faro del Cabo da Roca se ubica en el punto más occidental de Europa y es el lugar donde se 
pone el sol en el continente. Esta zona destaca por su clima cambiante, a orillas del mar Atlántico, donde se pueden encontrar especies autóctonas de plantas como la armeria pseudoarmeria. No olvidar recoger en el punto de información del Cabo da Roca el certificado que acredita haber estado en el punto más occidental de Europa.

Toda una invitación que nos permite descubrir una actividad tan importante desde tiempos remotos y que aunque hoy la ciencia y la técnica les intenten reeplazar siempre son la luz que guia el destino de muchas embarcaciones que aun confían en ellos para dirimir su derrotero en la inmensidad de la noche. Una ocasión que no debemos dejar escapar y a la que podemos acceder desde nuestra web de reservas, Oportunidades Turistas, con la promesa de disfrutar al maximo de los recuerdos y la imaginacion que nos trae el admirar estas magnificas construcciones.

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